Tragedia superficial para cerrar el 2014.

Pensé 3 veces las cosas antes de hacerlas (raro en mi), es en serio, pensé mucho en que decisiones tomar.

El pasado domingo 28 de diciembre fue uno de los peores momentos de mi vida, les contaré detalle a detalle porque.

Ese día mi novio y su mamá me invitaron a desayunar a Coyoacán a las 9 am, como era costumbre sentí que se me hacia tarde porque yo si soy puntual y ellos también,  ese día me puse un suéter verde enorme, un sombrero verde, unos zapaatos verdes y unos jeans (malditos jeans). 

Ya que me iba, hasta eso salí con tiempo 8:35 am, pensé 3 veces en que bolsa llevarme y termine llevándome  la (pinche) bolsita negra que le caben 3 cosas y ahí guarde el monedero, la tarjeta, la credencial, los kleenex (por la pinche rinitis alérgica), las llaves y el celular. 

Ya que me iba, como estamos en invierno pensé 3 veces en si ponerme o no la enorme bufanda negra que le regale a mi novio que a veces me presta cuando me quedo en su casa, y salí del departamento con la bufanda puesta, hasta recuerdo que me baje por las escaleras y no por el elevador.

En la calle pensaba en si ir a comprar un café, irme en taxi o tomar el micro que se va por la calle de Londres, Centenario y que me dejará en el centro de Coyoacán. "Afortundamente" (por ahorrar $) paso el micro, por lo que  enseguida, me subí, sólo había 2 personas, el chofer y yo, me sente de lado izquierdo en el 2do asiento pegado a la ventana, recuerdo que estaba la canción de "Me duele la cara de ser tan guapo" al momento en el que ibamos por el YMCA y hasta dije: ¡Qué asco de canción, es pésima!.

30 minutos antes había tomado mi loratadina de 10 mg porque sufro de rinitis alérgica y si no me tomo eso una vez al día no sobrevivo y moqueo, estornudo, me arde la garganta, me lloran los ojos, etc. Siguiendo con la historia, después de pasar por el YMCA pensé 3 veces en si sonarme o no la naríz, total que abrí la pinche bolsita a la que sólo le caben 3 chicles y saque los kleneex, saque el celular y como me dio hueva volver a meterlo a la pinche bolsita negra, decidí pendejamente dejarlo "temporalmente" en la bolsa delantera del pantalón y hasta pense "No se me vaya a caer".

Se me fue el pedo, me distraje (no recuerdo con qué) y me levante al ver que el micro se iba por otra calle porque la mitad de las calles del centro de Coyoacán estan cerradas por obras, le pregunte al chofer, -¿Ya no vuelve a pasar por el centro, verdad?, -¡No srita!, ya me sigo por estas calles hasta Miguel Ángel. 

Yo bien bruta y toda desesperada,  como si fuera la estación de trenes me baje super rápido, como venía muy cargada, que si el suéter, que si la bufanda, que si el sombrero, no me di cuenta sino hasta 10 segundos después de que el celular se me había caído en el asiento del micro, no lo escuché y no lo sentí.

Dije. ¡Oh no!, entonces me apoderó la pura adrenalina y corrí y corrí tras el micro toda desesperada, gritaba: -¡¡ESPEREME, ESPEEEERE, SEÑOR ESPÉREMEEEE, POR FAVOR, SEÑOOOOOOOR!!, mientras yo corría sobre la calle de Coyoacán (hasta eso no había ningún coche), el micro giro hacia la izquierda y yo seguía corriendo, se me cayó el sombrero, ahí lo deje en medio de la calle, mientras yo seguía corriendo y gritando, agitando los  2 brazos para ver si me veía, el micro se detuvo para bajar a otro de sus pasajeros, yo seguía corriendo, pero como era domingo a las 9 am, no había tráfico, ni gente, entonces el micro aceleró a todo lo que daba, yo seguía corriendo y gritando mientras 2 que 3 coches me veían raro (me valía madres), hasta que se me cayó un zapato, me lo quite y luego pensé en quitarme los 2, cuando me di cuenta que ya.

Que ya había valido, que ya había sido, que ya lo había perdido, que no lo volvería a tener, que un lujo que me había comprado en agosto del 2013 había llegado a su fin. 

Sólo ví al camión alejar mi logro, algo que yo me compré porque sabía que nadie me lo iba a comprar nunca. El iphone 5 blanco. :( 

Después me empecé a marear en medio de la calle y un señor me vio y me llevo a la banqueta, me dijo - ¡Te ves pálida, ¿Estás bien?, ¿Qué paso?.  Me dio pena decir la verdad porque me iba a ver muy superficial, pero se lo dije: -Dejé mi celular en ese camión. 

El señor me dio mi sombrero y me dijo: -Tranquila, ánimo. Me senté en la esquina de una banqueta, empecé a ver todo oscuro, luces de colores, escuché un zumbido, perdí la consciencia un momento, supongo que por tanta adrenalina tirada a la basura.

Ni siquiera pude llorar en su momento, le conté al señor, y a su hija, que yo tenía que llegar al centro; me llevaron a la fuente de los lobos, y me dijeronq ue estuviera tranquila. Se fueron.

En frente había un teléfono de monedas, le marque a César, y le dije donde lo veía porque no traía celular. Fui a la tienda a comprar una coca porque me había dado una sed impresionante. Ni siquiera llevaba cambio, le dije a la del oxxo si le pagaba con tarjeta, me vio con cara de  -¡Qué mamona! y no la culpo y yo le dije -¡Sabes!, hoy no es mi día! :(

Al final ni pude comprar la pinche botella de vidrio de coca~cola, quería marcarme al celular pero me faltaban 50 putos centavos para usar el teléfono de monedas, me senté en la banca del frente, pensando en todo lo sucedido los  últimos 15 minutos, me acordé que enfrente había un banco par sacar el $$ yen seguida me encontre a César con su mamá.

Estaban preocupados que por haber llegado tarde y yo simplemente les dije: -Ya valio el cel, ahora si ya valio, se me cayó en el micro. :( 

Ya después me invitaron a desayunar, cuando se suponía que yo los iba a invitar, les debía muchas comidas, debido a la situación terminaron pagando todo. Que yo ni hambre tenía, sólo quería café y café, no quería que fuera así, pero fue el desayuno más amargo de mi vida.

Horas después César me trajo a mi casa, buscamos la factura del iphone, fuimos a telcel y reactivamos el chip con el mismo número, como su casa esta a 3 pasos de universidad fui a su casa, él fue por sus cigarros, yo me senté en su cama, me acoste, abrace la amohada y lloré como nunca había llorado en mi vida.

César no supo que hacer y sólo me abrazo, me consolaba, me cargaba y limpiándome las lágrimas me pregunto que porque lloraba tanto  

- ¿Por qué fue un lujo que yo me compré, sabiendo que nunca nadie me lo iba a comprar yo me lo compre con mucho gusto hace año y medio, era un lujo para mi y ya no esta? :'(

César sólo me abrazaba y consolaba mientras yo parecía una esponja llena de lágrimas que exprimía y exprimía. - Ya chilletas, si quieres te compro otro o si tu quieres comprartelo, pues a darle, ganesé su $ y vuelva por él otra vez. 

Tenía y tiene razón. Pasarón los días.

Ayer sólo pensaba en: ¿Si hubiera agarrado otra bolsa más grande?, ¿Si no me hubiera puesto ese suéter sin bolsas y me hubiera puesto la gabardina?, ¿Si no me hubiera puesto la enorme bufanda negra?, ¿Si hubiera tomado un taxi?, ¿Si no me hubiera bajado como pinche loca del micro?, ¿Si no lo hubiera guardado en esos pinches jeans?  ¿Y si hubiera olvidado el cel en mi casa, en mi cama?

Luego pensé: ¡Bueno! No dejé al perro en el camión, no me asaltarón, no me atropellarón, pudo haber sido peor. 

Después me acordé de la frase de la canción de  Third Eye Blind: 

I'm not listening when you say
Goodbye

Que no tiene nada que ver con la canción pero ese "Good bye" que dicen lo dicen tanto como el sentimiento de no querer decirle adios a mi iphone.

Y fue al día siguiente cuando me di cuenta de que le había vendido mi alma al diablo representado hoy en día como una manzana con una pequeña mordida.

Apple es la tentación, el pecado, una vez que la pruebas vendes tu alma al Diablo. 

Fin. 

Pero me lo volveré a comprar :D