Caminaba escuchando música y de repente escuché ... "... don't let me be the last to know, my hands are shaking" ... y me llego un aroma a la cabeza como de una brisa de durazno, cerré los ojos y empecé a recordar un pequeño y cálido departamento con piezas de madera y el piso alfombrado, empecé a recordar un reproductor de música de esos clásicos de color negro y la música sesentera que salía de las bocinas, empecé a recordar como me gustaba poner discos de acetato de Petula Clark.
Y todo se nublo de mi vista y fue como viajar en el tiempo, recordé como entraba el sol por aquella ventana y como se veían los jardines y uno que otro gato trepando los árboles, entre ellos el ultimamente nombrado "Timoteo".
Recordé cuando trabajaba unos días sacando a pasear a "Jazz" (otra difunta mascota pero en canino), a "Lucky" (Maltezoide blanco) y a "Pepe" (Schnauzer sal y pimienta), cada tarde los llevaba a correr al jardín como 1 hora, mientras platicaba con el vecino del edificio 8 que me platicaba sobre su carrera de música en la ENM y del gusto que tenía por los animales y la música, eran 2 de las cosas que lo mantenían en la vida, él tenía un bulldog que daba miedo, pero el dueño no, el dueño, un chico 5 años mayor que yo, negrito con rastas no daba miedo, sabía demasiado de la vida como para tenerle miedo y amaba tocar su violonchelo y escribir canciones, sabía demasiado de música y de arte como para tenerle miedo.
Recordé que ese trabajo sólo fue de 2 meses acaso ... o menos, luego el simpático negrito se fue y jamás regreso, que se había ido a vivir por CU, quien sabe que fue o que será de él ...
En esas fechas el frío era intenso, pero el panorama era bello y la música era totalmente clásica y sesentera ... son momentos que uno revive con la música, revive sabores, olores y colores.
¡Viaje en el tiempo de nuevo! y todo por la canción de Petula Clark.
Y todo se nublo de mi vista y fue como viajar en el tiempo, recordé como entraba el sol por aquella ventana y como se veían los jardines y uno que otro gato trepando los árboles, entre ellos el ultimamente nombrado "Timoteo".
Recordé cuando trabajaba unos días sacando a pasear a "Jazz" (otra difunta mascota pero en canino), a "Lucky" (Maltezoide blanco) y a "Pepe" (Schnauzer sal y pimienta), cada tarde los llevaba a correr al jardín como 1 hora, mientras platicaba con el vecino del edificio 8 que me platicaba sobre su carrera de música en la ENM y del gusto que tenía por los animales y la música, eran 2 de las cosas que lo mantenían en la vida, él tenía un bulldog que daba miedo, pero el dueño no, el dueño, un chico 5 años mayor que yo, negrito con rastas no daba miedo, sabía demasiado de la vida como para tenerle miedo y amaba tocar su violonchelo y escribir canciones, sabía demasiado de música y de arte como para tenerle miedo.
Recordé que ese trabajo sólo fue de 2 meses acaso ... o menos, luego el simpático negrito se fue y jamás regreso, que se había ido a vivir por CU, quien sabe que fue o que será de él ...
En esas fechas el frío era intenso, pero el panorama era bello y la música era totalmente clásica y sesentera ... son momentos que uno revive con la música, revive sabores, olores y colores.
¡Viaje en el tiempo de nuevo! y todo por la canción de Petula Clark.
1 comentario:
Ciertamente, a veces la música tiene un poder que sobrepasa lo temporal de nuestra existencia, Eli :)
Suele pasar, no me ha sucedido mucho, pero suele pasar.
¡Saludos! n.n
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